Cada día de tu vida sé honesto y recibirás grandes bendiciones
A través de nuestras emociones y experiencias, nos definimos y nos entendemos, esto nos permite conocernos, conocer nuestro lugar en el universo y dentro del gran esquema de todo lo que es. Conforme nos vamos conociendo, vamos aprendiendo y entendiendo nuestra vibración particular, que es nuestra energía, lo que irradiamos al mundo. Cuando logramos conocernos y amarnos lo suficiente, sabemos lo que nos hace ser quienes somos y vivir lo que vivimos y entonces creamos nuestras experiencias con armonía y coherencia sin ir en contra de nuestro verdadero ser. También podemos entendernos lo suficiente para modificar a través del amor cualquier cosa que queramos; creando y manifestando lo que realmente deseamos. Esto es vivir de verdad con honestidad.
Al ser auténticos, sinceros y honestos, vivimos en sincronía con las diferentes vibraciones (energías) que nos rodean, con el Creador, el amor y nuestro propósito. Lo que quiere decir que dejamos por tratar de convencer a los demás a pensar o actuar como lo esperamos; dejamos de tener que tener la razón; dejamos de luchar por sobrevivir, por merecer, por lograr, de pelear por nuestro lugar en la vida. Además, nos liberamos de tener que cumplir con las expectativas y deseos de los demás; experimentamos la vida sin pretensiones, sin exigencias, sin presiones innecesarias.
Esto sólo lo logramos cuando a través de la honestidad comprendemos que todo lo que percibimos y vivimos es un reflejo de nosotros mismos. Muchas veces nos cuesta trabajo reconocer que atraemos lo que somos por miedo, prejuicios o resentimiento; si somos honestos entonces lo reconocemos sin juicio ni crítica. Al ver parte de nuestra esencia en todo lo que nos rodea, nos aceptamos y podemos modificar nuestras experiencias y entorno, al modificar en nosotros lo que queremos cambiar o mejorar, sabiendo lo que sí podemos hacer y lo que no nos corresponde. Al contemplar que parte de lo que yo soy es parte de lo que sucede a mi alrededor, cambio el enfoque de los demás hacia mí y a mi propósito.
La honestidad nos permite liberarnos de cargas innecesarias como querer cambiar el mundo al resolver todos los problemas de la humanidad y del planeta tratando de hacerlo desde nuestra perspectiva, imponiendo nuestra verdad. Si eliminamos esa carga en vez de forzar ese cambio en los demás o en mi entorno, nos convertimos en ese cambio nosotros mismos. Las pequeñas acciones se suman, una acción pequeña para mi puede tener un gran impacto en otros. Puedo ayudar y hacer una diferencia sin tener que obligar a nadie a cambiar. Puedo ser una inspiración, un ejemplo a seguir. Mientras más honesto soy conmigo, en mis palabras, en mis acciones, en mis interacciones; más fácil será que otros me escuchen, me vean y quieran encontrar su propia verdad. Si yo vivo mi verdad, permito que los demás vivan su verdad.
En la naturaleza hay una gran diversidad de especies, de vida, de comportamientos y todo funciona en un delicado e intrínseco equilibrio. No estamos solos, no estamos aquí para ser uno en contra de todo, somos parte de ese todo. Si entramos en equilibrio, aceptación, respeto y amor podremos triunfar y evolucionar a nivel personal y como seres humanos logrando ser honestos de verdad lo que nos permitirá honrar, aceptar y vivir en armonía con la diversidad de nuestro mundo.
Aprovecha cualquier oportunidad de actuar con honestidad. En los momentos en que nos “equivocamos” o nuestras acciones pueden generar un impacto “negativo” son aquellos en los que nos puede costar más ser honestos. Ser honesto no es aceptar la culpa, es tomar responsabilidad y entender cómo es es que llegamos a ese resultado. Una equivocación existe únicamente si yo no aprendo de la experiencia. Cuando enfrentamos estas situaciones con honestidad veremos que no hay necesidad de la culpa, del miedo ni de la recriminación, estamos haciendo frente, comprendiendo, aprendiendo, resolviendo y así crecemos, evolucionamos y podemos siempre hacer algo para mejorar la situación o incluso revertir ese impacto “negativo". Al enfrentarse a la vida con honestidad tendremos el apoyo de nuestra comunidad y seremos mas “humanos” en nuestras interacciones, lo que significa más bondad, tolerancia, respeto.
Reconoce y acepta las bendiciones de la honestidad
Esta semana te invitamos a ser consciente de lo que la honestidad trae a tu vida; acéptalo, agradécelo y disfrútalo.
Observa tus amistades y relaciones personales y comparte algo honesto con ellos y ve sus reacciones, es muy probable que recibas apoyo y aliento.
Escribe tus metas y cómo las vas a lograr, si eres honesto será fácil encontrar el camino, visualizar que se completan y lograrlas conforme tus actividades y obligaciones de tu vida cotidiana.
Si deseas hacer un cambio importante en tu vida enfréntalo con honestidad. Haz una lista o plan de acción de lo que necesitas y quiere hacer para poder realizar este cambio. Una vez que tengas tu lista, toma las primeras acciones.
Obsérvate frente al espejo, estas siendo honesto con como te muestras al mundo. Al ver tu reflejo ves lo que quieres ver, ves tu esencia. Puede ser que desde mi peinado, mi ropa, mis posturas muestro quien soy o no.
- Mantén tu tranquilidad, si hay algunas áreas en las que aún te cuesta trabajo ser honesto, está bien, se paciente contigo mismo y simplemente has una introspección para ver por qué se te dificulta, qué te falta para poder ser mas honesto en esta área. La honestidad nos ayuda a liberar la presión y tensión excesiva, cargas y expectativas innecesarias, date tiempo.
- Si llevo toda una vida cumpliendo las expectativas de otros y buscando ser lo que los demás esperan de mí, puede ser que no sepa quien soy, que no soy honesto porque estoy algo perdido. Está bien, respira y empieza a conocerte, prueba, siente, escucha tu mente, tu corazón y así podrás llegar a tus propias conclusiones de quien eres, lo que te gusta y lo que deseas. Conocerte es un gran viaje y es lo que te permite vivir con honestidad.
- A veces ser honesto no es una cuestión de si o no, de blanco o negro, existen muchos matices, empieza a expresarte y podrás ver que no siempre estas en desacuerdo con los demás, si no que faltaba algo personal. Encuentra la forma de incluir tu toque personal, tu perspectiva, tu punto de vista al expresar tu verdad con las cualidades de la honestidad y verás que puedes generar conversaciones genuinas, intimidad, comprensión. No dejes de ser honestos por miedo a fallar en las expectativas de los demás, si aceptas y expresar tus sentimientos, puedes encontrar un punto medio, una nueva forma de interacción más valiosa, inclusiva y diversa.
- Escucha tu mente, tus sentimientos, tus emociones, a tu cuerpo, eso te llevará a vivir con más honestidad. Disfruta lo que eres y tu vida, permítete conocerte cada vez más profundo y crecer quien eres, al siempre mantener abierto a percibirte. Incluye en tu rutina, tus hábitos o rituales lo que te da felicidad y acerca a tu verdadero ser.
- Si nuestra vibración particular atrae vibraciones semejantes a nosotros, si nuestra energía atrae la misma energía, entonces resuelve o cambia lo que no te gusta de la manera en la que te gustaría que los demás lo hicieran. Trátate con respeto, bondad, paciencia y logra lo que deseas con amor.
Algo que nos ayuda a mantener nuestra honestidad...
Sé sincero, verdadero, amable contigo y con los demás. Ten interacciones más reales, íntimas y sin filtros que te permitirá crecer y evolucionar, recordando siempre las cualidades de la verdadera honestidad.
Si los demás no te aceptan como eres, no te preocupes, a veces es importante hacer cambios en nuestras relaciones personales y encontrar personas que nos vean por quienes somos y nos amen. Si los demás no pueden amarte, es su verdad y forma de ver y entender el mundo, no los conviertas en tu misión ya que sólo serán una carga que no te corresponde. Tú puedes amarlos de vuelta y aceptarlos como son, eso no significa que ellos harán lo mismo pero esto te permite saber cómo interactuar con ellos sin que sus acciones te hieran.
La honestidad nos permite claridad y responsabilidad. Se responsable de ti, tus pensamientos, tus sentimientos, tus emociones, tus palabras, tus acciones. Por más que otros te conozcan, no están en tu cuerpo ni en tu mente, ayúdales a entenderte mejor y a interactuar mejor contigo expresando tu verdad con amor en el momento y la forma adecuada. Somos seres cambiantes y podemos sentirnos diferente en diferentes situaciones, no esperes que los demás sepan algo, muéstralo, ya sea con palabras o acciones. De la misma manera, no asumas; pregunta, escucha, observa a los demás para permitirles actuar desde su mas íntima honestidad. Juzgar a quienes más queremos, aun si es de manera involuntaria, puede herir sus sentimientos y crear separación. Elimina el juicio y la crítica de tu forma de expresarte recordando que al ser honesto, ese juicio y/o crítica puede tener más que ver con contigo que con los demás.
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