Obsérvate y observa tu ambiente, ¿hay respeto?

Todos estamos relacionados con los demás, con el entorno, con el planeta, existe una simbiosis muy intrínseca y especial en donde yo no puedo vivir aislado ya que soy parte de un todo. Es importante que el respeto comienza conmigo; con mis pensamientos, palabras y acciones. Obsérvate y date cuenta de si lo que piensas pudiera tener energía de crítica, de prejuicio; escúchate y percátate si las palabras que usas pueden ser ofensivas, insultantes o humillantes; ve como actúas y fíjate si lo que haces menosprecia, minimiza o lastima. Al tener esta consciencia, podemos empezar a ver cuál es la energía con la que interactuamos y considerar lo que estamos creando para mejor elegir una energía de respeto. De esta manera, genero ese respeto en todo lo que me rodea y un cambio real no solo en mi vida sino en la de los demás.

Una buena actitud lo es todo. Mantener la mente en lo positivo, dar lo mejor de uno mismo, esperar siempre el mejor resultado y alentar a los demás nos impulsa a eliminar las energías contrarias al respeto e invariablemente dará frutos. Puede ser que los resultados no sean visibles inmediatamente o que no los percibamos de forma física, no obstante, con una buena actitud en cualquier circunstancia, se pueden disfrutar las experiencias y vivir lo que sucede con alegría, armonía y tranquilidad. Entonces sí, me sentiré satisfecho y pleno.

Cuando tenemos una mala actitud, todo se vuelve una obligación y dejamos de ser responsables de lo que nos corresponde, experimentamos momentos de sufrimiento, tristeza, enojo y dificultad; entramos en el círculo vicioso de competir, imponer y ser superior para lograr una falsa sensación de obtener lo que deseamos. Solo que en realidad, aunque parezca que logramos algo, ya lo creamos con experiencias negativas que ya generaron una sensación desagradable que no necesariamente se supera e incluso esa energía puede quedar presente en interacciones futuras si no se resuelve.

Si yo sé que lo mejor que puedo hacer es interactuar desde la energía del respeto, para no solo, lograr un beneficio, sino también vivir experiencias agradables, satisfactorias y llenas de gozo, será mas fácil elegir tener una buena actitud de respeto y será cada vez más sencillo eliminar la crítica, el resentimiento, el rechazo, los prejuicios y la culpa de como me expreso.

Muchas veces tendemos a expresarnos desde energías de crítica, menosprecio u ofensas, que son opuestas al respeto. En la mayoría de los caso, esto viene del dolor de nuestras propias experiencias que han causado inseguridad, humillación, vergüenza o culpa. Es importante reconocer si hay aspectos físicos, atributos personales, partes de lo que soy o hago que me avergüencen. 

Ve estas “vergüenzas” desde una perspectiva de amor y aceptación.  Si logras reconocer el porque o incluso lo que aprendiste a partir de esos momentos, podrás encontrar lo bonito, importante y maravilloso de todo lo que eres, además de reconocer que cada experiencia es valiosa e importante. No importa lo que crean los demás, lo importante es lo que yo crea. Porque si yo me amo, acepto y aprecio, los demás también lo harán o simplemente no me afectarán las propias limitaciones de su percepción. De esta manera vivo con orgullo y honor  y honro y respeto a los demás. Ya no me expresaré con falta de respeto y nadie me faltará al respeto. 

Observa cómo te expresas y cuál es tu actitud

A veces no nos damos cuenta que somos los primeros que maltratamos o hablamos mal tanto hacia nosotros mismos como a los demás.

Busca generar afirmaciones positivas de todo lo que eres desde tu aspecto físico, tus acciones, tus sentimientos, tus intenciones, etc.

Busca utilizar palabras respetuosos y de aliento, elige acciones de cooperación, colaboración, empatía.

Ten siempre una buena actitud de respeto contigo y con los demás.

Esto generará un entorno personal de amor, positivismo y sobre todo respeto. Observa los cambios que creas cuando tienes una buena actitud.

Para ayudarte a mantener una actitud de respeto tome en cuenta los siguientes ejemplos:

• No trates ni les hables a los demás como no te gusta que lo hagan contigo.
• Hacer menos o criticar a alguien por cualquier cosa, es crear un ambiente hostil de competencia, arrogancia y/o superioridad donde nadie gana y todos pierde. Mejor apoya y alienta a los demás para que puedan ser su mejor versión y tú también serás tu mejor versión.
• Observa si tus comentarios y acciones son pro-activas o simplemente muestran la realidad y no ayudan a mejorar. A veces nuestra intención puede ser neutral, pero eso tampoco es respeto. Busca que tus palabras y acciones aliente, soporten, enaltezcan a los demás o simplemente sientan que sus esfuerzos han valido la pena aún cuando haya más por hacer.
• Respetar es ver más allá de los resultados deseados, comprender que cada uno hizo un esfuerzo desde sus limitaciones o capacidades y que si se enaltece se puede lograr más que si se menosprecia. 

Algunos ejemplos de los que podemos percibir...

Dejara de haber confrontación, disgustos y malos tratos en mi vida. Podré encontrar la manera de sacar lo mejor de mi y de los demás. Aún cuando haya mucho que hacer o que mejorar sabré que soy parte de algo importante y que todo esfuerzo es merecido y reconocido. 

En un ambiente de respeto se permite que cada persona reconozca su potencial y se esfuerce por dar lo mejor de sí, porque se espera lo mejor respetando lo que es.