Vive en la vibración del perdón y tendrás una vida más plena y virtuosa

Probablemente al enfocar tu atención en el perdón te será aún más fácil reconocer aquellas personas que viven con resentimiento y remordimiento, podrás reconocer sus limitaciones y el sufrimiento que están perpetuando. Al final, no perdonar es como tener un ancla, un grillete que nos mantiene en la experiencia dolorosa y hace que la vivamos y recordemos constantemente, eso a su vez lo mantiene presente en nuestra vibración y genera patrones o situaciones similares o recurrentes. Somos criaturas de hábito y parte de esto es que lo que pensamos y vibramos, lo experimentamos. Así es que, ¿prefieres hacer el esfuerzo de perdonar o te quedas con tu sufrimiento? 

El perdón requiere de un esfuerzo, no es algo que se haga por sí solo. Es una elección y es una acción que implica aceptar, sanar, aprender y avanzar. 

El remordimiento y el resentimiento, aunque son dos sentimientos diferentes y que tienen causas diferentes, pueden sanar gracias al perdón. Entendernos, comprender porque actuamos de una cierta manera en un momento específico en el que terminamos con arrepiento es un paso muy importante para amarnos por completo, para sanar el pasado y aprender. Estos momentos que nos acosan, que no nos dejan en paz, el subconsciente los mantiene vivos porque son importantes para nosotros y nuestro desarrollo, si te permites aprender lo bueno y perdonar lo malo, el subconsciente no tiene la necesidad de repetirlos constantemente. 

Así es que, como puedes ver, el perdón te permite entrar a tu presente y enfocarte en tu futuro. Es muy difícil actuar con ciertas virtudes si nuestra energía guarda dolor, resentimiento, remordimiento, culpa, odio, enojo, tristeza. Todas las emociones negativas son impedimentos para vivir una vida virtuosa. Como hemos visto, uno de nuestros objetivos primordiales es adquirir y dominar las virtudes, con eso eres máster de tus pensamientos y por ende de tu creación. 

Observa y aplica el perdón cada que tengas oportunidad. Más allá de pensar que es de naturaleza humana equivocarse, que tal si simplemente empezamos a ver a otros seres humanos como eso, seres humanos, vivientes, que tiene sus propias ideas, pensamientos, sentimientos, emociones y que su vida gira en torno a ellos mismos.

Cada uno es observador y juez de su propia realidad, es muy difícil no sentirse el centro de su propia vida. Al final analizo y experimento mi entorno con mis sentidos y mis emociones que van guiadas por los pensamientos y experiencias mías, de mis ancestros y de mi colectivo. Asi es que la próxima vez que alguien haga algo que te ofenda o te lastime, piensa en eso, piensa que no se trata de ti, ¿qué puede estar generando la situación? Despégate de tu perspectiva y tus sentimientos y eso te permitirá llegar más fácilmente al perdón. Esas “equivocaciones” son momentos de aprendizaje, de vivencia y de una consecuencia de sentimientos y emociones que no conocemos ya que no somos partícipe de lo que el otro está viviendo. Si enfocas tu atención en vivir con virtud, el perdón será parte de tu naturaleza, llegara fácil y verás que es una faceta del amor. 

Aprende a modificar lo importante y perdonar

El perdón debe ser una práctica constante. Esta semana te invitamos a que veas cómo incorporar el perdón en tu vida cotidiana. Tu mayor trabajo sería se el observador. Estarás observándote a ti y tus reacciones y a los demás en tu entorno más cercano. 

Observa todos los momentos que te “molestan” las actitudes de los demás. Busca ver si puedes verlos desde otra perspectiva y dentro de ti, si vienen porque es algo recurrente o por algo completamente distinto a lo que sucede en ese momento. 

Una vez que pongas atención en estos sentimientos podrás ver: 

Si vienen de algo recurrente, cuando fue la primera vez que esto sucedió, ¿por qué no has perdonado?, ¿qué necesitas tú para perdonar? ¿Es algo que sólo cambia si perdonas o necesitas expresarlo y llegar a un compromiso mutuo? 

Si es algo que te está detonando, algo completamente distinto de tu pasado, ¿cuál es la causa?, ¿estás listo para perdonar?, ¿hay alguna otra acción que sea necesaria para ti? 

Toma las acciones necesarias, esto es parte del aprendizaje y tómate el momento para perdonar y llenar tu corazón con perdón y amor propio. 

Observa las actitudes de los demás en momentos que percibas como hostiles. ¿Esto es consecuencia de algo que tu hayas hecho en el pasada (o presente) que los haya herido, lastimado o los mantenga a la defensiva? Si es así analiza tus sentimientos y comportamientos, pide perdón si estás listo. Ofrece una solución de tu parte (no tienen que ser palabras, los actos son igual de importantes). Si te has estado sintiendo culpable, recuerda perdonarte a ti también. 

Observa en tu interacción con los demás cuando un “perdóname” puede resolver y mejorar una situación. Empieza a perdonar en el momento lo ocurrido, no tienes que esperar a tener culpa, resentimiento o arrepentimiento para perdonar.

• Si perdonas al instante evitas llevar contigo la negatividad. 
• Aprendemos en cada momento y con todas las situaciones. Vivir en la actitud del perdón nos permite salir de nuestro paradigma y evitar la negatividad. 
• Si amamos a alguien y nos enfocamos en lo positivo es mucho mas fácil perdonar constantemente. 
• Mientras más perdono, si me enfoco en aprender y en vivir de una forma virtuosa, más fácil será dejar de crear situaciones que sean necesarias perdonar. 
• Olvídate del dicho “es mejor pedir perdón que pedir permiso”, mejor ve porque crees que tienes que hacer algo que requiera de una permiso o un perdón. Establece relaciones saludables de confianza, libertad, bondad, amabilidad y entendimiento; la comunicación sincera y honesta y darle mayor importancia al amor y lo positivo, son claves. 

Algo que nos ayuda a mantener el perdón...

Ser consciente de que mis acciones afectan a otros y que los demás actúan desde su propia perspectiva nos permite tener más entendimiento de los demás y de nosotros mismos. Dejar de reaccionar desde mis sentimientos negativos de dolor o sufrimiento del pasado, me permite vivir con mayor libertad y permitir a los demás ser quienes son. En lugar de limitarnos, podemos ayudarnos a expandir, crecer y evolucionar. 

La intención de vivir en virtudes es un gran camino para tener relaciones interpersonales saludables y una relación con uno mismo saludable y amorosa. El perdón es una vibración muy potente que nos mantiene en el presente y moviéndonos al futuro. 

Libérate de tus limitaciones del pasado. Un hecho doloroso no se va a eliminar con magia, pero el perdón nos permite saber que es solo un hecho, que no debe definirnos, limitarnos ni repetirse. ¡Vive en felicidad y plenitud!