Al ser bondadosos es más fácil estar presente y apreciar de verdad lo que sucede a nuestro alrededor. Para esto, es importante ser bondadosos con nosotros mismos, con los demás y con nuestro entorno con un equilibrio adecuado. Este equilibrio puede requerir un poco de práctica y enfoque por lo que debemos mantener nuestra atención en elegir acciones bondadosas cada día. La bondad poco a poco será lo habitual y de repente disfrutaremos cada momento y tendremos alegría en todo lo que vivimos.

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Cuando percibas que tienes la oportunidad de aplicar la bondad, aprovéchala y disfruta lo que logres gracias a ella

Recuerda mantener parte de tu enfoque y atención en las personas que te rodean, tómate un momento para percibirlas y reconoce como se encuentran. De esta forma, puedes ajustar tus decisiones hacia acciones bondadosas con los demás y tu entorno. No significa que siempre tengas que elegir sólo lo mejor para lo demás y dejar tus necesidades o deseos a un lado pero sí que consideres como incluir a los demás y de esta forma verás que la bondad será una decisión más sencilla. Al lograr esto, lograrás crear un ambiente de alegría, de satisfacción, de plenitud y tranquilidad que podrás disfrutar junto con los demás y vivir un presente que gozarás. 

Lo que nos ayuda a elegir la bondad:

• Compartir nuestras habilidades y experiencias con amor sin juicio ni crítica
• Escuchar con nuestro corazón e intuición y no sólo a través de nuestra razón
• Tener la valentía de poner primero a los demás cuando es importante no sólo cuando es necesario u obligado
• Dedicar parte de nuestra energía y/o atención a las necesidades e importancia de los demás

Elegir la bondad es: elegir actuar desde nuestra verdadera esencia del amor, desde nuestra alma, desde nuestra conexión divina.

• Consiente a tus seres queridos con detalles inesperados y gestos que les brinden felicidad. Cómprales su postre favorito, acompáñalos a alguna actividad que amen, simplemente dedícales tiempo y nunca dejes pasar un sólo día sin decirles cuanto los amas.
• Dedícate tiempo a ti mismo, no dejes pasar las oportunidades de hacer cosas que disfrutes, de comparte lo que deseas, de experimentar lo que te gusta. 
• Ten consideración, apoyo y solidaridad con los demás. Ofrece tu ayuda cuando veas que alguien la necesite, regala tu tiempo cuando alguien se pueda beneficiar con ello y se la persona que pueda brindarle a los demás una sonrisa, una mirada de aliento o una conexión inesperada.
• Cuida, nutre y ama a tu mundo. Mantenlo limpio, planta un árbol, no desperdicies sus recursos ni maltrates a la naturaleza ni a los seres que viven en ella.