Cuando la empatía es algo habitual en ti, se convierte en una habilidad poderosa y benéfica. Tener verdadera empatía a cada momento es mantenerte conectado con todo lo que existe. Esto te permite tener buen discernimiento para tomar las mejores decisiones no sólo para ti sino para los demás. Te ayuda a crear un ambiente donde deja de haber competencia y/o supremacía, donde existe la generosidad, cooperación y amor.

Esta conexión con todo lo que te rodea, todo lo que existe, te permite ser parte de un todo, sin separación. Gracias a esta conexión, te permites también ser parte de la energía divina y que esa energía divina te acompañe, te guía y te brinde todo el amor infinito que existe para lograr tus metas a través de ese amor. Todo siempre será posible ya que el mejor camino estará a tu disposición siempre y cuando sientas, conectes, entiendas y respetes todo lo que existe. 

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Cuando percibas que tienes la oportunidad de aplicar la fe, aprovéchala y disfruta lo que logres gracias a ella

Muchas veces tener empatía no es sólo percibir y conectar con lo que te rodea sino tomar acción. Si cuando entiendo lo que otros están sintiendo o viviendo yo no soy capaz de ajustar mis acciones para incluirlos, tomarlos en cuenta o al menos brindarles un poco de aliento, entonces poco a poco mi conexión con los demás perderá su poder y eficacia; pasará a segundo plano. Si tomo acción, cada vez será más fácil tener esa conexión y también tendremos mayor claridad, entendimiento y la habilidad para ver la verdad. De esta manera también será más fácil elegir acciones bondadosas, compasivas, valientes y sabias para así tener la certeza de que elegimos lo mejor para el bien de todos incluyéndome.

Lo que nos ayuda a elegir tener empatía:

• Escuchar de verdad a los demás con el corazón.
• Practicar ver la verdad más elevada de todas las cosas, personas y situaciones.
• Darnos un momento para conocer a los demás aunque sea una breve interacción; el simple hecho de saludar y tener una conversación aunque sea de cortesía, puede decirnos mucho acerca de ellos.
• Confiar en el Creador y que existe el amor y la bondad en todo lo que existe.

• Cuando percibas que alguien está cansado, estresado o simplemente teniendo un día complicado, apóyalo aunque sea con pequeñas acciones, una bendición o una palabra amable o de aliento.
• Practica estar presente en cada momento. Estar pensado en el pasado, en el futuro o fantaseando en cosas que no están sucediendo, no te ayuda a conectar con tu entorno y por lo mismo no te permite reconocer cuando algo extraordinario o maravilloso sucede a tu alrededor o cuando es importante poner atención a algo complicado o difícil. Para tener empatía necesitas estar presente.
• No todo se trata acerca de ti, no todo es lo que parece; no asumas ni interpretes con prejuicio mejor escucha, percibe, pon atención y no te tomes las cosas personales. Encuentra la manera de darte tu lugar y al mismo tiempo darle su lugar a los demás.